El glaucoma es una enfermedad ocular progresiva que daña el nervio óptico y puede llevar a la pérdida de visión irreversible si no se trata a tiempo. Es una de las principales causas de ceguera en todo el mundo, afectando a millones de personas, especialmente aquellas mayores de 60 años. La detección temprana y el tratamiento adecuado son cruciales para prevenir la progresión de esta enfermedad silenciosa.